HIFU, tratamiento que minimiza los signos de envejecimiento de la piel gracias a la regeneración de colágeno y elastina, con resultados iguales a los que se pueden obtener de forma invasiva con aplicaciones de colágeno sintético y ácido hialurónico.
Consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía para producir destrucción celular o necrosis de las células mediante elevación de la temperatura (ablación térmica).
Tiene la capacidad de destruir de forma permanente los adipocitos, por lo que es sumamente efectivo en lipodistrofias importantes de abdomen, brazos, glúteos, piernas y cintura. Por otro lado, previene la aparición de flacidez post reducción de contorno corporal.
Sus orígenes se dan en Estados Unidos en los años 50 donde se hicieron los primeros ensayos para luego ser incorporada en la medicina a principio de los años 90.
Sólo hasta el 2002 en Francia que se empleó el HIFU en un equipo para tratar adiposidad localizada y celulitis, y no fue sino hasta el 2008 en donde se desarrollo para la flacidez facial.
Hoy me centraré en el tratamiento de HIFU en la estética, aunque también se emplea en medicina.
HIFU en la estética
El HIFU en la estética se emplea fundamentalmente para eliminar arrugas y líneas de expresión en contorno de ojos, boca y frente, a la vez que realiza un efecto de tensado mejorando el ovalo facial.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Esta tecnología ofrece los mejores resultados ya que provoca la contracción inmediata de la piel, neocolagénesis y elastogénesis a medio plazo; a la vez que incide en todos los estratos de la piel (epidermis, dermis superficial, dermis profunda y masa muscular superficial).
Los aparatos de HIFU en estética emiten energía ultrasónica de forma concentrada en un haz de luz.
Aumenta la temperatura de la zona tratada a unos 65° a 70°, y gracias al sistema visual del ultrasonido que localiza el calor desde 1 mm a 4.5 mm (de la epidermis al sistema muscular superficial), se pueden conseguir miles de puntos de coagulación muy precisos a diferentes profundidades.
Esto da inicio el proceso de remodelación del colágeno, por el cual los tejidos comienzan a repararse, mejorando notablemente la apariencia de la piel desde la primera sesión. Con el avance del tratamiento, se consigue el deseado estiramiento y firmeza del tejido.
Es una técnica no invasiva, Ideal para todo tipo de pieles, no causa lesiones y las molestias son casi imperceptibles.
Se puede utilizar en cualquier época del año, ya que no es fotosensibilizante.
Según la zona a tratar, las sesiones pueden durar desde 30 minutos a 2 horas.
Es uno de los pocos tratamientos estéticos que requiere de escasas sesiones, como regla general se necesitan entre 2 a 3 aplicaciones para conseguir el resultado deseado.
Los resultados se observan pasados 1 a 2 (en algunos casos 6) meses del tratamiento, mientras que es posible ver la contracción inmediata de los tejidos desde la primera aplicación.
¿Conocías este tratamiento? Cuéntanos tu experiencia con el HIFU ;)
[/vc_column_text][vc_facebook][/vc_column][/vc_row]