Botox, la solución para la sudoración. Para nadie es un secreto que uno de los momentos más incómodos para las personas, tanto en las relaciones a nivel personal como profesional, es cuando se ven afectados por el exceso de sudoración; en especial en el verano, debido a estímulos térmicos o al estrés.
El tratamiento con Botox, es eficaz para la hiperhidrosis: Exceso de sudor o transpiración excesiva que se produce de forma espontánea; esta, afecta al 2 % de la población de raza blanca, este porcentaje es superior en pacientes de origen asiático en edades entre los 25 y 64 años.
Las zonas donde más se produce sudoración son: manos, axilas, pies y región púbica, debido a la alta concentración de glándulas sudoríparas en estas zonas. En un 40% de los casos, suele haber algún familiar más que lo padece, lo que demuestra su tendencia hereditaria.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]El tratamiento de la hiperhidrosis con toxina botulínica es una solución eficaz en el 90% de los casos, además de ser muy cómoda, puede realizarse tanto en axilas como en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Tratamiento
La infiltración de la toxina botulínica se realiza a través de agujas muy finas y la sesión tiene una duración de 45 a 60 minutos. La toxina botulínica genera un bloqueo de la función de las glándulas sudoríparas, por lo que reduce la producción de sudor en las áreas donde se administra esta sustancia.
Los resultados tienen una duración entre cuatro meses y un año, dependiendo de las características particulares de cada paciente. La disminución del sudor empieza a notarse al cabo de dos o tres días de manera progresiva.
Se ha demostrado científicamente que cerca del 90% de los pacientes después de una única sesión suda mucho menos o nada. Después del tratamiento el paciente puede reanudar su actividad normal.
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