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Hialurónico

El ácido hialurónico para tratamiento estético lo conocemos desde el año 1996, pero fue en el año 1934, en el que dos farmacéuticos alemanes, Karl Meyer  y John Palmer, doctores de la Universidad de Columbia (Nueva York), lo descubren en el vítreo del ojo de vaca, esta sustancia contenía dos macromoléculas de azúcar, y una de ellas era ácido urónico. A raíz de esto tomaron la decisión de darle el nombre de ácido hialurónico a partir de las palabras hialoide (vítreo) y ácido urónico; vieron que esta molécula era exactamente igual en la cresta del gallo, la aleta del tiburón, el cartílago y la piel humana.

La sustancia, que ayudaba al ojo a conservar su forma, era sumamente viscosa, lo que hizo sospechar a Meyer que podría tener algún empleo terapéutico. Sin embargo su extracción a partir de los ojos de la vaca no era posible comercializarse.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Fue sólo hasta el año de 1942, que se utilizó con fines comerciales; cuando Endre Balazs, científico húngaro empleó las técnicas de Meyer para sintetizar el ácido de las crestas de los gallos. Decidió patentar el primer uso de este ácido: similar a la clara de huevo en los productos de pastelería.

La mayor parte de los descubrimientos sobre hialurónico durante los últimos cincuenta años los llevó a cabo Endre Balazs, quien ha sido premiado por su carrera en numerosas ocasiones e incluso le han puesto su nombre a los premios de la International Society for Eye Research (Sociedad Internacional de Investigación Ocular).

Se utiliza con fines cosméticos desde 1.996, ya que al ser capaz de aumentar 1000 veces su peso en agua, se comenzó utilizando como hidratante dermo-epidérmico. Las principales fuentes naturales de obtención de ácido hialurónico son: crestas de gallos, articulaciones vacunas, aletas de tiburón, residuos del procesado de pescado (intestinos, ojos) y cordón umbilical.
En el cuerpo humano hay unos 15 gramos de Ácido Hialurónico y un tercio de él se degrada y recambia cada día,

El uso de  ácido hialurónico en los tratamientos estéticos se debe a que su principal propiedad es la de aumentar el volumen e hidratación de la piel. Dejando una piel más firme y tersa.

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